sábado, 24 de enero de 2009

Cuando el tiempo pasó, me siento a ver la cantidad de cosas que cometimos, y pienso en ¿Qué es lo que me llevo a esto?, ¿Cómo terminó todo así?... Hoy (exactamente hoy) no puedo decir que nuestra relación sea la mejor, pero sí puedo entender porque. Hace unos cuantos meses, sí yo cometía un error podía reprocharmelo una y mil veces pero dejaba pasarlo y no volvía a cometerlo. Pero cuando vos cometías ese error o uno de cualquier tipo, mi cabeza no dejaba de formularme preguntas, claro, sin respuestas. Nunca, ahora entiendo el Porque, pude decirte nada sobre esos errores. Controlabas todo en mí, absolutamente todo. Pero después de unos cuantos meses, estamos acá, en el hoy y sigo sin poder pedirte alguna explicación de las cosas que haces. Además de que sigo sin entender el porque de esas acciones. Hay muchas cosas de vos, que no logro entender al 100%; decis blanco y haces negro. Eso me confundé, totalmente. Pero sé, en algún lugar dentro de mi (y vos también lo sabes) que una parte de nosotros se muere increiblemente por estar con el otro. Pero el deseo, la atracción, las ganas, el cariño, no pueden más que cualquier palabra salida de boca ajena criticándonos. Pesa mucho más en tu ego que mi persona.
Tus promesas de que el tiempo nos va a dar más de lo que esperamos, que vos sabés que va a pasar de acá a unos meses (o días o no se cuanto tiempo), que todo llega, me vuelven completamente loca. Me hacen esperarte y estar junto a vos más de lo que tengo pensado. Cuando tu imágen esta casi borrosa en mi mente, aparecés por arte de magia, este donde este, estes donde estes; no sé como, ni porque pero aparecés y cambias mis planos en un giro de 180°. Tal vez, ¿Será que todo esto es culpa del destino?, ¿Que Mi carta astral es aquella que tenes tatuada en vos...? Quien sabe. Nadie sabe.

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