Después de recibir mi segunda nota debajo del límite, es que empiezo, de nuevo, a cuestionar si hago bien estando acá. Para mi una nota mala no significa sólo eso, es mucho más. Es el creerme menos que el resto, tocar el fracaso con la mano, entrar en crisis existencial y romper en llanto cuestionandome una y otra, y otra vez, sin consuelos. No necesito saber "siempre hay alguien que está peor" porque yo estoy acá, peleo por estar acá y no estoy consiguiendo lo que quiero. En algo estoy fallando. Desearía saber que es. Preciso saber que es. No soporto el hecho de tropezarme en cuanto a lo académico respecta. Busco auto-superarme, y estos resultados no ayudan. Vengo sintiendo malas vibras. Creo en las malas energías, y estoy en ella. Necesito más que nunca que el sábado y el miércoles las buenas vibras me rodeen. Lo necesito más que nadie, sé que estoy haciendo este esfuerzo, que quiero llegar a un lugar, tenga una meta y quiero cumplirla. Dicen que soñar es gratis, por eso sueño que ese futuro increíble constantemente. Y es por ello que debo mirar para adelante, y seguir. Dicen también que a veces es necesario retroceder, sólo para tomar impulso y llegar aún más lejos. Eso mismo debo hacer. Tomar impulso, salta más alto. Sé que en algún lado de mi, puedo llegar a lograrlo. Preciso esas fuerzas.

Cumplir un sueño, MI sueño, por eso tengo que ponerle el 100% de mis energías.

Veni vidi vici

Vine a esta vida para disfrutarla, sentir cada momento, olfatear cada sensación, escuchar, procesar, aprender. Ser un poco loco. Ví que todo es posible, que sólo es cuestión de soñar más allá de límites. Ver mi alrededor, apreciarlo, grabarlo en la memoria. Vencí los límites que el resto impone sobre mis deseos, vencí todo mal que me redea, lucho constantemente e intento vencer a mis miedos. Eso es nuestro paso por la vida, venir a disfrutarla, verla, sentirla, vivirla, vencer todo tipo de mal que anule nuestros máximos deseos. 

        Veni vidi vici

Y llegó el otoño. Con él las hojas se caen formando una alfombra dorada en el patio de casa, y tengo que admitir que aunque no me guste mucho esto de padecer el frio a la mañana temprano y al mediodia pasar un poco de calorcito, esa alfombra dorada me gusta. Me gusta la imagen que brinda. Me gusta que se empieza a sentir el invierno cada vez más cerca, molesto para una salida noctura con amigas pero perfecta para descansar el cuerpo y el alma con un café caliente y una película en casa. Me gusta tanto que lo quise  fotografiar. 

Altos y bajos. Opiniones de allegados que la ponen en un excelente rol. 

Ella siente que todo va a estar bien. Que ni él ni la situación fue sumamente importante como para no dejarlo ir. Pero siempre está la sensación de querer volver a caer. De volver a disfrutar un poco más. Él parece volver al rumbo de su relación; que nunca abandonó.  Ella lo ve, no lo desea; de a poco lo despoja de sí. Lapso de días; necesidad de querer saber, de sentir ese "no sé que" de nuevo. 

Todo se resumen a un ping-pong de sensaciones; idas y vueltas. El saber qué le hace bien y qué la perjudica sentimentalmente.

Hay un instante que te la jugás. ¿Es preferible saber o no saber nada de nada? Prefería saber, por el hecho de que me intriga el pasado (al parecer presente también) del susodicho en cuestión. No escondan las manos porque somos mandadas a hacer para el stalkeo habitual. En ese stalkeo habitual de rutina, después de unas cuantas semanas, encuentro a su ex-susodicha. Encuentro cómo y pude stalkear hasta lo invisible... Y ahí viene el estallido. ¡Siguen juntos! Y yo tragándome la historia de sus "idas y vueltas". Lo peor para mí no es saber que vuelven a estar juntos, lo peor para mí es saber que estaba ahí conmigo 3 ó 4 veces por semana, compartiendo asados/tardes de pileta/salidas, él y sus amigos (cómplices del hecho asumo), y otras que tantas dormidas juntos. Yo? La boluda del siglo, amén.

Llegué a la conclusión de que no hay que subestimar la habilidad de una mujer para investigar lo que ella quiere conseguir. Qué a la larga todo se termina sabiendo y que una mujer con enojo reciente es capaz de planear hasta la 3era guerra mundial. Que hay personas que es mejor perderlas que encontrarlas. Qué a pesar de todo me vino bien este desencuentro. Qué estaba más involucrada de lo que pensaba. Qué puedo lograr adentrarme en algo así de nuevo. Y lo más importante, qué una vez más compruebo (apesar de distanciamientos pasajeros) que mis amigas son uno de mis pilares.

Existen esos días en los que te sentas a reflexionar. No siempre por voluntad propia, sino porque, sin remedio alguno, sentimientos y pensamientos salen a flote. Hoy, ayer, antes de ayer, y el día antes de ayer también, (y podría seguir) fue uno de esos días. (Mi teoría se basa en que no hay nada mejor que hacer. Es verano).

Claro está que todo esto se debe a Él susodicho del último tiempo. Las cosas vienen así como en una especie de "montaña rusa" bizarra, por así llamarlo. Y digo bizarra por que de un momento a otro me encuentro haciendome planteos que no me llevan a ningún lado.... Va, en realidad sí, me llevan a un manojo de sentimientos, preguntas, dudas. Soy el típico prototipo de mina que jamás te va a largar nada, amenos que lo hagas primero y que la remes. Soy fría (me dice que es una pantalla, que soy todo lo opuesto en momentos que lo ameritan. Y me compra) y no por que no desee tener a esa X persona al lado, sólo por no parecer "pesada" ó simplemente "cursi". Soy, un poco muy, orgullosa. Si no caés primero yo no tengo porqué hacerlo, y así podríamos seguir sumando.

Una vez me dijeron que es preferible darlo todo a reprocharse todo lo perdido a uno mismo. Y realmente coincido, básicamente porque con ÉL tipo, 2008/09, jamás pude sincerarme, y son todos esos pensamientos y sentimientos los que me arrebatan el alma hoy y no me dejan cerrar y seguir adelante. No quiero que me pase lo mismo. Si estoy viviendo esto ahora, porque así tiene que ser por que alguién, quién sea, quiso que así fuese, por qué lo pienso tanto? Por qué me reservo todos los mambos, que capaz al expresarlos, no estarían? Esa maldita sensación de que si evito preguntar/decir va a ser mejor. Esa maldita sensación del "qué dirán sí....?"

Releyendo éste blog desde el principio llego a la conclusión de que mi vida es un divagué amoroso. Nada dura más que unos pocos meses, ni la emoción ni el susodicho. Por blanco o por negro, simplemente algo me desconcierta y pasa a un último plano, sin vacilaciones. No vengo a montarle un piquete a mi corazón (vida amorosa), vengo a plasmar algo que quizás es interesante verlo escrito, no? Las mil y una ideas que se nos cruzan en la cabeza, y los sentimientos presentes en nuestro corazón, muchas veces suelen ser invisibles a nuestros ojos. Cuesta poder visualizar eso que estamos sintiendo, sea bueno ó malo. Y por ahí plasmándolo en ciertas palabras sirve, un poco, mucho o lo que sea para poder entender que si uno en la vida no abre sus puertas a nuevas opciones, nos vamos a quedar estancados pensando en eso que no fue. En el famoso "Qué hubiese pasado sí....". Mi yo interno me tortura día tras día con esa frase. Quiero dejarla (dejarlo) ir. Abrirme a lo nuevo, que quien niega que puede llegar a ser mucho mejor (o peor)

Siempre va a existir una piedra en el camino. Ni afirmo que exista físicamente sino que en mis pensamientos es constante. No desaparece. Saco el inconveniente a flote por el "nuevo" (mes y días) susodicho en cuestión. Todo parece demasiado bueno para ser verdad, con esto tampoco imagino la típica historieta divina a corto o largo plazo. Simplemente me gusta enredarme en ideas que terminan llevandome a ningún lugar. "Buscarle la quinta pata al gato" diría mi abuela, por ejemplo. Es como sí no puediese aceptar la idea de que todo está bien, que yo estoy bien, la situación es agradable y por eso permitirme disfrutar un poco más de todo. Hay algo que está presente y me encanta. Pero al salir me asusta. Me asusta la idea de que todo sea una falsa ilusión. Me asusta el hecho de que su pasada relación sea sumamente cercana al presente. Me asusta un retorno. Me asusta el "qué sentirá realmente?". Y podría seguir horas nombrando las ideas que pongo en el camino para seguir forzando mis sentimientos. Hay una sola acción que tengo que hacer, y no puedo: Dis-fru-tar