lunes, 30 de enero de 2012

Releyendo éste blog desde el principio llego a la conclusión de que mi vida es un divagué amoroso. Nada dura más que unos pocos meses, ni la emoción ni el susodicho. Por blanco o por negro, simplemente algo me desconcierta y pasa a un último plano, sin vacilaciones. No vengo a montarle un piquete a mi corazón (vida amorosa), vengo a plasmar algo que quizás es interesante verlo escrito, no? Las mil y una ideas que se nos cruzan en la cabeza, y los sentimientos presentes en nuestro corazón, muchas veces suelen ser invisibles a nuestros ojos. Cuesta poder visualizar eso que estamos sintiendo, sea bueno ó malo. Y por ahí plasmándolo en ciertas palabras sirve, un poco, mucho o lo que sea para poder entender que si uno en la vida no abre sus puertas a nuevas opciones, nos vamos a quedar estancados pensando en eso que no fue. En el famoso "Qué hubiese pasado sí....". Mi yo interno me tortura día tras día con esa frase. Quiero dejarla (dejarlo) ir. Abrirme a lo nuevo, que quien niega que puede llegar a ser mucho mejor (o peor)

jueves, 19 de enero de 2012

Siempre va a existir una piedra en el camino. Ni afirmo que exista físicamente sino que en mis pensamientos es constante. No desaparece. Saco el inconveniente a flote por el "nuevo" (mes y días) susodicho en cuestión. Todo parece demasiado bueno para ser verdad, con esto tampoco imagino la típica historieta divina a corto o largo plazo. Simplemente me gusta enredarme en ideas que terminan llevandome a ningún lugar. "Buscarle la quinta pata al gato" diría mi abuela, por ejemplo. Es como sí no puediese aceptar la idea de que todo está bien, que yo estoy bien, la situación es agradable y por eso permitirme disfrutar un poco más de todo. Hay algo que está presente y me encanta. Pero al salir me asusta. Me asusta la idea de que todo sea una falsa ilusión. Me asusta el hecho de que su pasada relación sea sumamente cercana al presente. Me asusta un retorno. Me asusta el "qué sentirá realmente?". Y podría seguir horas nombrando las ideas que pongo en el camino para seguir forzando mis sentimientos. Hay una sola acción que tengo que hacer, y no puedo: Dis-fru-tar