Debe ser que simplemente estoy predestinada a caer en todo tipo de (mal)amores. Y con el paso del tiempo lo afirmo cada vez más. Pareciera como si cuando más me focalizo en el objetivo más lo alejo. Siempre mis situaciones amorosas penden de un hilo, y suelo embarrarme cada vez peor. No mido las consecuencias en ningún momento y es después que me arrepiento de todo. Capaz que es así como me toca remarla ó quizas se la manera que más me gusta, inconsientemente.

Y mirá que yo creo en el destino pero por el momento me esta metiendo personas en el medio que me traen mas problemas que soluciones!

Me dijeron que el amor eterno se puede asemejar a la muerte y que cuando uno ama, ama para toda la vida, hasta la muerte. Y es hasta ahora que sigo maquinando esas palabras en la cabeza. Hoy no puedo asegurar que voy a amar para toda la vida, no tendría sentido pensar que a quien amo/ame va a ser el amor de mi vida.

Recurrentemente estamos conociendo personas, olores, sentimientos, sonidos y como no lo conocemos todo no sabemos que es exactamente aquello que nos va a perdurar para toda la vida. Más allá de que hace tiempo pensaba que él iba a ser el amor de mi vida, hoy claramente no es así. Nunca sabemos que nos puede pasar mañana. Nada ni nadie está exento de cambios, drásticos ó no. Por lo tanto, nunca digas nunca..... Más bien nunca digas Hasta la muerte. Porque capaz que mañana tus conexiones te exigen salir de ello y empezar de nuevo ó quizas no. Quizas estes ahí dentro, toda tu vida siendo feliz, remándola y sosteniendo aquello que amas profundamente.

Yo por lo pronto sigo con el prueba y error (que a mi edad me viene genial). ¿Más adelante? No se. No esta mal por una vez en la vida no programar lo que viene.

Y tengo miedo de estar enamorandome de vos....

No me gustan muchas cosas pero otras, sin embargo, me encantan. Me gusta jugar con la imaginación. Me gusta el olorcito especial que tiene mi Papá cuando lo abrazo. Me gusta hablar, mucho. Me gusta el orden peculiar de mi pieza. Me gustan los abrazos repentinos. Me gusta lo cálido. Me encanta mirar el horizonte por horas. Me gustan las películas y el cine. Y los libros también. Me gusta creer que puedo que cantar bien. Me gusta lo complicado, y retorcido. Me gusta jugar a que no entiendo, a veces, y otras tantas a que entiendo todo de todo. Me gusta ver a la gente creer que saben todo cuando no saben nada. Me encanta la fotografía. Me gusta escribir como quiero, cuando quiero y sobre lo que quiero. Me encanta caminar por la calle y pensar en todo lo sin sentido que se me cruza por la cabeza. Me gusta que no me guste lo común. Me gusta tener ese "quinto sentido" y saber que (a veces) juzgo bien al resto.

Simplemente, me gusta...

Destinada al fracaso amoroso

Ayer intente volver a escribir pero me di cuenta de que me había olvidado la contrasña. Entre en panico. No queria perder el blog. A pesar de saber que una o quizás ninguna persona lo lee, me sirve, y releerlo mil y una vez me hace sentir orgullosa de las muchas cosas que cambiaron. Pero en fin, volvi a probar suerte y recuperé el blog y la pass también.

Al menos algo bien!

Y también encuentro coincidencia con el suceso que ocurrio anoche. Salí con amigas, fiesta va, fiesta viene. Todo bien. Pero estaba ahí... con ella. Y me di cuenta que creí haberlo olvidado, enterrado pero cuando lo vi ninguna de esas palabras me aparecieron. Se me vinieron a la cabeza palabras tales como Extrañar, Dolor, Amor, Sinceridad, Traición, Pasión, Besar, Sentir, Jugar, Tristeza. Y fue cuando menos recorde el resto. Pero no voy a negar que esperaba recibir un mensaje del muchachito que ultimamente roba cada minuto cibernético y diario, cosa que no ocurrió pero si lo desee demasiado. Sin embargo, más allá de todo lo que pueda desear ese algo con él va a estar siempre. Los recuerdos están y las ganas aún más. ¿Por qué, después de tanto tiempo, no puedo sentir algo tan loco por alguien más? Todo lo que nos hizo sufrir y dolio, nunca se olvida chiquitita.