miércoles, 3 de febrero de 2010

Estoy a un poquito más de tres horas de partir hacia el viaje más esperado, y como debía ser, no puedo consiliar el sueño y a consecuencia de eso, terminé acá, escribiendo una vez más. No importa para quien/es, pero lo que sí me interesa es saber que al menos, con unas palabras puedo dejar algo de lo que pasa conmigo.
Siempre fuí muy ordenada, estructurada y responsable, y hoy es el día (uno más de tantos) en que me dí cuenta de que las cosas no van a ser siempre así, exactamente rectas, como a mí me gustan. Cada cosa tiene algo fuera de la línea, algo que sale de lo normal, y eso no está mal. Cada persona tiene su manera de hacer las cosas, y sí eso no es como a mí me gusta, tampoco está mal. Pero cuesta ver como las cosas salen desalineadas a veces, me cuesta tanto que termino provocandome un mal a mí misma. Me frustra saber que eso que está ahí no está exactamente en donde yo quiero que este, o cómo yo quiero que este. Pero de a poco, con ciertas caídas, la vida me demuestra que las cosas no siempre van a ser así, que de a poco, eso que ayer me sacaba de lugar, hoy me molesta, mañana me frustrará un poquito y al siguiente quizá, no le daré importancia. Las vivencias, las experiencias, los viajes (como me toca vivir hoy) y muchas cosas más hacen que de a poco vea cómo están las cosas, y aunque me frustre porque no están de x manera, van a seguir así, y hay que tomarlo como está.
Igual, todo este pensamiento surgió a raíz de que la valija que hace minutos terminé de cerrar no está perfectamente acomodada como a mí me gustaría y cuando la cerré quedó con un mínimo desnivel. Ese desnivel que miro con odio, desde ya, hace que me frustre completamente y saque lo que acabo de escribir. Ahora entienden cuando digo que soy un poooco ordenada y estructurada? Y tengo rayes peores con respecto a cómo están puestas las cosas en mi dormitorio!!
Escuchando tú canción, esa que cantabas cada 5 minutos y me hacías reír sin importar que pasaba, sumado a las fotos de x persona que estoy viendo, me puse a analizar que mi vida amorosa es u divague. Que debes ser el 3 amor de mi vida. Y sinceramente, no puedo hacer una lista viendo cual de todos me atrae más. ¿Lo más loco de todo esto? Que de los 4 ó 5 ó bien, 6, ninguno está a mi alcance, o bien ya sea porque tiene novia, porque hace no mucho pasó por una de mis mejores amigas ó porque simplemente ni siquiera me reconoce. Demasiados contras.
Y habiendo terminado esto, estoy viendo que el posible 6 amor de mi vida, me acaba de hablar y su ventanita titila en mi pantalla... Qué loco. Serán los furores de que me voy por casi dos meses del país!

martes, 2 de febrero de 2010

"Tiraríamos muchas cosas, si no tuvieramos miedo de que otros las recogieran" - Oscar Wilde.
Que razón tuvo ese hombre. Porque pensándolo bien, quien no ha querido dejar muchas cosas de lado en su vida pero las ha mantenido (el tiempo que pudo) por miedo a perderla total y/o plenamente? Allá ustedes, pero yo sé que me ha pasado. Ese 'perder' significó que otro se lleve eso que era mío en ese momento pero que de algún modo u otro, yo no quería tener más conmigo. Era una marca, y por más que no necesite estar ahí, duele que se vaya o mejor dicho, que otro se quede con ella. Algo de orgullo, algo de miedo y de egoísmo también, ¿porqué no?.

lunes, 1 de febrero de 2010

Una vez leí una frase que decía "si tiene que ser, va a ser" y ahora pienso en ¿Porqué no fue? ó mejor dicho ¿Por qué llegó en ese momento y no un mes antes? Algunos diran que eso se llama destiempo pero yo le hecho más bien la culpa a la suerte y/o al destino. Supongo que conocerlo en ese momento, en aquellas circunstancias, era como tenía que ser y si lo hubiese conocido un mes antes o medio año antes quizá no hubiera sido lo mismo. Pero conocerlo fue suerte y "desgracia", su estado era un tanto complicado y yo lo sabía pero decidí mantenerme en juego sabiendo que al volver a la rutina ciudadana yo no sería más que una simple chica que alguna vez conoció en sus vacaciones. Sabía en lo que me metía pero tampoco llegué a imaginar que me atraparía y mucho menos como me siento ahora escribiendo esto.
Salí a buscarlo y no lo encontré. Supongo que el destino marcó que los encuentros no serían en éste fin de semana. Tal vez, quien sabe, sean cuando vuelva al país o quizas dentro de varios años ó quizas nunca más. ¿Quién sabe? Igual puedo decir que al menos me conformo viendo tú nombre y el puntito verde en mi lista de contactos en Facebook y saber que estás ahí del otro al mismo tiempo que veo las fotos de la costa y sé que en muchas de ellas (que no están ahí por motivos claros, y deben estar en tu computadora, todavía/capaz) estamos juntos. El verano, el calor, la costa... me dieron otro rumbo!