lunes, 27 de julio de 2009

Todo parece estar queriendo cerrar una herida;
Ayer revisé, como tantas otras veces, está página, y me di cuenta de una sola cosa... que todo lo expresado acá es para vos. Ya ninguno tiene sentido, ni siquiera esto que estoy desarrollando ahora mismo. Pero anoche, rebobinando todo por la vez 1 millón sentí que era necesario descargar la mochila que porto conmigo hace 19 meses. Eso que vengo adquiriendo y aguantando, muy dentro mio. Y fue ahí que decidí escribirte una carta, esa que tiene un punto final en su pie de página. Esa que no da pie a nada más. De antemano, pensé que iba a costar, que iba a doler pero me equivoqué. Aunque nunca va a llegar a tus manos, no solo porque yo no lo permita sino porque jamás la aceptarías, muy dentro mio estoy completamente segura de todo esto pasó.
Escribirla fue abrir aquella mochila para sacar las piedras que estorbaban, que ejercían un peso infinito e innecesario. De algún modo, me abrió los ojos, ayudándome a ver que aprendí una cantidad de cosas increíbles, que en algún punto dejaste tu marca en mí, y que aunque me duela el Hasta Siempre acá está más que claro, pero me pone feliz poder pronunciarlo sin una lágrima cerca. Sé que en algún punto todavía me doles, y por un tiempo más vas a estar a flor de piel en mi pero es hoy que puedo mirar atrás y reírme de cada locura, de cada llanto, pelea, palabras, siestas, tardes, noches, charlas y reconciliaciones. Doy gracias por cada cosa que viví que me ayudó a crecer de una manera.... inigualable.

miércoles, 8 de julio de 2009

Lo último que se piede es la esperanza

Siento una profunda presión en el pecho. Una puntada me abalanza el corazón con una mezcla de angustia, nostalgia, dolor y miedo.
Me dan ganas de salir corriendo. De gritar. De llorar........



(Thanks God! Era necesario que hoy sea el día en donde me escapo a pocos kilometros de la ciudad para unas mini vacaciones. Me van a hacer realmente bien unos días sin novedades de nadie que me lastime. Buena Suerte.)
Dicen... dicen tantas cosas. Dicen que el tiempo es la fuerza más poderosa. Dicen que nada muere, sin embargo yo hoy, siento que morí. Dicen que después de la tormenta llega la calma, más bien, diría yo que después de la tormenta llega la neblina. También dicen que todo nos llega a determinado momento y con un propósito, y ahí pregunto ¿Con qué propósito envestiste en mi vida?. Y porqué no, también dicen que de los errores se aprende... Ojalá aprendiera de está acción suicida innata que me invocas. Dicen... dicen tantas cosas. Yo hoy, sigo intentando recopilar algo de ellas.

lunes, 6 de julio de 2009

Keep going....
¿Porqué? No lo sé, pero ultimamente este pendejo que aparece con pequeñas charlas en el msn. Dejandome casi pintada. Mandadome algunos mensajes, insinuando una pequeña salida, que no concedí y estoy pensando seriamente en que voy a hacer con ello. Me está cambiando un poco el aire. Y eso realmente sí que me hacia falta. Hace un largo tiempo ya. Vamos a jugar pero a un todo o a un medias. El nada lo dejamos reservado para el final del juego........

domingo, 5 de julio de 2009

Automáticamente cada vez que hacen referencia a tu persona, a tu posición, miles de recuerdos me arrebatan la memoria y la inundan de vos. No queda agujero sin llenarse de vos. Ahí es cuando todo el esfuerzo empieza otra vez. Otra vez a reponer fuerzas. Otra vez escucho esa voz en mi cabeza repitiendo, sin cesar, 'dale Florencia, dale que vos podes. Vas a pasar cosas peores, y ésta, esta como telón para que aprendas'. Pero me lleva todo un tiempo, volver a estabilizarme, para qué? Para que nuevamente alguien me venga a romper los esquemas. Es cuando se rompen que salen todos esos pensamientos a los que no quiero acudir nunca más. Te quise demasiado, hasta que ese te quiero llegó a lastimarme. Te quiero hoy pero no puede ser así. Y espero mañana poder decir lo mismo. Dibujas un pasado que me arruina, me tumba, que muerde. Hoy no me sale mas que un gracias por las marcas, las risas, los besos, las caricias y palabras. Buena suerte, te deseo con tus promesas. Y para no verte más, un hasta luego, será suficiente.