miércoles, 24 de junio de 2009

Siempre creí en el destino. Creí y sigo sosteniendo al pasar de los años, que nada de lo que nos pasa o deja de pasar es casualidad. Por algo así, es que nuestros cuerpos se encontraron. Alguien, quien sea, ó algo marcó un punto de encuentro. Y como bien sabemos congeniarnos juntos, nos dedicamos a llegar del brazo de la casualidad pretendida. Y sí, te digo que podríamos decir que sí, fue fugaz, pero... dicen que lo bueno y breve es doblemente bueno. Ahora, cuando lo miro un poco más pausado, sin tantas aceleraciones y presiones, es que digo ¿Qué daría yo por prolongar uno de mis pocos instantes encerrada en un par de brazos que no me negaban nada? Ni hoy, ni dentro de un tiempo tampoco, voy a poder entender que es lo que llevó a toda esta revuelta.

lunes, 22 de junio de 2009

Suddenly, he's leaving. Suddenly, the promise of love has gone. Suddenly breathing seems so hard to do. Carefully, you planned it I got to know just a minute to late, oh, now I understand it, all the times we made love together baby, you were thinking of she. Why do I love you? Don't even want to.
You should've told me. Why did you have to be untrue? (love you like I do). Ain't gonna show no weakness, I'm gonna smile and tell whole world I'm fine. I'm gonna keep my senses but deep down and when no one can hear me baby, i'll be crying for you.

sábado, 20 de junio de 2009

Esta ese instante en el que no tienen nada que verdaderamente los comprometa. Entonces pueden hablar libremente porque aunque sean apenas un poco más que completos anónimos que se acaban de cruzar, no se deben nada uno a otro. Por lo menos cuando un tercero les pregunte sobre el otro, pueden decir que se conocen y de alguna forma u otra, podrán saludarse o cruzar una simple conversación… El único detalle con el que no cuentan es que, sin querer, ya perdieron eso de “no nos debemos nada”. Y aquella noche en la que no tenían nada que hacer, en algún momento va a amanecer y la realidad habrá cambiado... ¿A quien le podemos echar la culpa? Nunca sabremos.

sábado, 13 de junio de 2009

Llego el momento de estrellarme contra el muro al que tanto miedo le tenía. Tarde poco y nada en arruinarlo todo, pero está vez de manera definitiva. Algo perseguida, insistente e incapaz de creer eso mismo que el resto decía. Me costo pero lo pude ver. Era de esto mismo de lo que sentía miedo, eso que hacía que en este tiempo, mi inconsciente me hiciera mantener fría frente a sus palabras cálidas. 
Tanto tiempo, tanto remarla... Para que? Para nada. Hoy me dí cuenta de que un error lo comete cualquiera y de eso soy víctima porque mi persona misma atentó hacia él primero, pero fue lo que tuvo que pasarme para darme cuenta de que estaba viviendo y de lo que hoy, perdí. Porque es así, lisa y llanamente, lo perdí. No hay mas vueltas.
Como me dijeron para reflexionar, el también aporto su error, pero al cuadrado. Si bien, casi una semana después, sigo sin entender completamente las cosas, lo que más se difumina en mi es el hecho de que nunca pudo plantearme porque hicimos eso mismo que hicimos, el o yo. No siento rencor, en ningún punto, pero sí lástima.
¿Porque se dieron así las cosas? ¿Será que no tenía que ser? ¿Era lo que tenía que pasar para que verdaderamente me separe de los sentimientos que lo atraían? Nada de esto tiene respuesta, como cada pregunta durante cada mes que pasé junto a ese sentimiento poco recíproco. 
Nunca nos olvidamos del mal que nos hacen, dijeron una vez. Tal vez fue eso mismo lo que nos separó, el mal que hicimos, a nosotros mismos y los terceros, ¿porque no?. Hoy, tal como anoche, intento disfrutar lo de ahora. Después de todo, lo bueno, lo malo, lindo, feo, sentimental o no, amor o no, ¿Quién me quita lo bailado?