viernes, 18 de junio de 2010

Me dijeron que el amor eterno se puede asemejar a la muerte y que cuando uno ama, ama para toda la vida, hasta la muerte. Y es hasta ahora que sigo maquinando esas palabras en la cabeza. Hoy no puedo asegurar que voy a amar para toda la vida, no tendría sentido pensar que a quien amo/ame va a ser el amor de mi vida.
Recurrentemente estamos conociendo personas, olores, sentimientos, sonidos y como no lo conocemos todo no sabemos que es exactamente aquello que nos va a perdurar para toda la vida. Más allá de que hace tiempo pensaba que él iba a ser el amor de mi vida, hoy claramente no es así. Nunca sabemos que nos puede pasar mañana. Nada ni nadie está exento de cambios, drásticos ó no. Por lo tanto, nunca digas nunca..... Más bien nunca digas Hasta la muerte. Porque capaz que mañana tus conexiones te exigen salir de ello y empezar de nuevo ó quizas no. Quizas estes ahí dentro, toda tu vida siendo feliz, remándola y sosteniendo aquello que amas profundamente.
Yo por lo pronto sigo con el prueba y error (que a mi edad me viene genial). ¿Más adelante? No se. No esta mal por una vez en la vida no programar lo que viene.

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